El embudo de postulantes es una de esas ideas tomadas del amplio mundo del marketing.  Allí, aplican algo denominado «el viaje del consumidor»; este viaje se dirige a diferentes etapas en el embudo «marketero», conozcámoslas:

• Conciencia (Parte superior del embudo): En esta etapa, el consumidor sabe que necesita una solución a su problema y comienza a buscarla.
• Consideración (Parte media del embudo): Aquí, el consumidor sabe exactamente cuál es su problema, puede expresarlo claramente y está buscando un tipo específico de solución.
• Decisión (Parte inferior del embudo): Y, finalmente, el comprador tiene un control firme sobre la solución que necesita y está considerando varios proveedores potenciales.

Ahora veamos el modelo de embudo que se aplica al marketing del reclutamiento, en términos de lo que se llama «el viaje del candidato»:

• Conciencia (Parte superior del embudo): En esta etapa, el candidato se encuentra en una de dos situaciones. Está listo para postularse e irá directamente a su tramitación como un solicitante activo, o puede ser un solicitante de empleo pasivo que permanecerá en esta etapa durante meses o más. La forma en que maneja los dos obviamente será diferente, sin embargo, este es el primer punto de contacto.
• Consideración (Parte media del embudo): Quizás el paso más crucial en este «viaje», es donde el candidato potencial decide convertirse en un candidato activo. Ha hecho su investigación, le gusta lo que ve en el contenido relacionado con la marca del empleador y la propuesta de valor, y se siente seguro para participar.
• Decisión (Parte inferior del embudo): Esta es la etapa final y más estresante para el candidato. No dejes caer la bola manteniéndolas fuera del bucle aquí. Las actualizaciones constantes, los correos electrónicos de check-in, etc., transmitirán compromiso y le recordarán al nuevo solicitante por qué les encanta la marca de su empleador y la cultura de la empresa en primer lugar.